miércoles, 5 de enero de 2011

EL DUENDECILLO PESADO Y SU AMIGO

PROLOGO

Cierta personita que vive en casa desde hace 8 años se ha empeñado en escribir una pequeña historia. No se si querrá emular a mis amigos Manolo Martínez o J.M. Ojeda, pero bueno, como no me parece una mala afición esta de escribir he accedido a colgar en este vuestro blog esa pequeña historia.

Espero que salvando las distancias de la edad y como es lógico del lenguaje consiga al menos sacaros una sonrisa.

Solo se han corregido algunas faltillas de ortografía, propias de la edad.

1º.Capitulo. De aventura en aventura.

Érase una vez un duende, se llamaba Taro. Taro era un poco travieso y hacia muchas tonterías. Un día Mario un amigo de Taro pensó:-¿Porqué no nos adentramos en una aventura Taro y yo? Dice Mario.

duendecillos

Y Taro dice muy entusiasmado:-¡Buena idea! -Pero no tenemos cosas para sobrevivir.

Mario se acordó de que el viejo Sans fue explorador y fueron a preguntarle si tenia cosas para sobrevivir. El viejo Sans les dijo que si tenía cosas para sobrevivir , además les dijo algunas cosas para sobrevivir: -Para sobrevivir: 1º. Tenéis que estar muy atentos a las cosas de vuestro alrededor.

2º.Tendréis que aprender a cazar por si tenéis hambre.

Solo aprendieron esas reglas [pero no sabemos si les servirían.]

Empezaron la aventura día a día , se les estaba acabando la comida. Esa noche cuando dormía Mario, Taro estaba muy atento para poder gastarle una broma pero, en ese momento Taro se dio cuenta de que en su mundo pasaba algo raro. ¡Era un terremoto y también había un tornado!

tornado

El tornado los llevo a otro mundo era el mundo de la pesadilla.

Al despertar de la caída estaban mareados y se encontraron con un conejo, sus orejas eran estrellas, sus ojos eran como el mar, su cabeza era muy redonda, su pelaje brillaba como la luna, sus patas eran tan pequeñas como una zanahoria y su cola era tan esponjosa como el algodón.

conejito

¡Era un conejo precioso!

Taro y Mario se quedaron con una cara que se reía hasta el conejo. El conejo guió a Taro y a Mario a un refugio, las cosas no iban a estar tan bien desde ese momento, las pesadillas de Taro y Mario se hicieron realidad la pesadilla de Taro es esta: Un robot gigante que le ataca.

Y la pesadilla de Mario es esta: Quedarse atrapado en un parque de atracciones encantado.

parque

Se hicieron realidad pero se salvaron, no se hubieran salvado si no hubiesen visto a Marisa la niña duende. Entre los tres iniciaron una conversación:

Taro y Mario dijeron: -Nos podríamos haber salvado nosotros solos.

Marisa respondió con voz chillona: -Entonces porque gritabais como niñas.

Taro y Mario respondieron: -Nuestros zapatos chirrían mucho.

Marisa dijo: -No lleváis ni zapatos.

Taro y Mario dijeron: -Nos los han robado.

Marisa dijo: - Yo me marcho.

Taro y Mario dijeron: -Nosotros también.

Marisa dijo: -No me habléis.

2º.Capitulo. Ayudantes de Papá Noel.

Taro y Mario continuaron sus aventuras. Cuando se marcharon del mundo de las pesadillas pusieron rumbo al polo norte, todavía no son ayudantes de Papá Noel y mientras paseaban viendo como los demás duendes hacían regalos se encontraron al mejor reno de Papá Noel. ¡Era Rudolf!

rudolf

Sus cuernos eran tan grandes como las ramas de los árboles, su nariz era tan roja como un tomate, sus ojos eran tan brillantes como las estrellas, su pelaje era tan marrón como el tronco de un árbol, sus patas son tan brillantes como la luna y su cola era tan blanca como un copo de nieve

Esa noche se oía una voz que decía: si ayudante de Papá Noel eres honrado y bueno.

Taro y Mario se preguntan: -¿Por qué no somos ayudantes de Papá Noel?

Taro y Mario responden:-¡Vamos a ser ayudantes de Papá Noel!

dibujo-papa-noel

Papá Noel les mando crear un regalo pero no parece que sepan crear muy bien. Clara, María y Felipe eran unos duendes que intentaron enseñarlos, cuando les enseñaron ya sabían crear juguetes como otros duendes que eran mas mayores y llevaban más tiempo trabajando. Taro y Mario salieron un rato a pasear, hacía mucho frío y nevaba un montón, vieron una sombra se acercaron a ella era una perrita; da la casualidad de que era la ayudante de Papá Noel. La noche en la que se reparten regalos a todos los niños y niñas del mundo llego, Taro y Mario quisieron ayudar a Papá Noel, como a Taro le gusta gastar bromas le gasto una a Papá Noel, consistía en darle a dos o tres niños o niñas el regalo de otro y así fue. Taro lo intento hacer pero como Papá Noel nunca esta distraído le quito rápidamente los regalos que llevaba en las manos a Taro.

Papá Noel dijo muy disgustado a Taro: ¡No volverás a tocar ninguno de estos regalos en tu vida!

Taro dijo llorando: Te prometo que no lo haré más.

Papá Noel respondió: Solo te daré una oportunidad.

Eso hizo que Taro estuviera más alegre. Y así continuaron sus aventuras con Papá Noel.

FIN

Autora: Lorena García Jiménez.

Carmona 5 de enero de 2010

4 comentarios:

  1. ¡Bueno, bueno, bueno…!
    Siguiendo así, es posible que pronto, tengamos que comprar tus cuentos en las librerías.
    Lorena García Jiménez. Felicidades, un relato muy ameno y divertido.

    Saludos de J.M. Ojeda.
    Buen Año, para todos.

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  2. Enhorabuena,Lorena.Dedicarle tiempo a tus años, a inventar historias y a escribirlas,es un tesoro,consérvalo. No te imaginas los buenos momentos que te proporcionará si sigues haciéndolo. Es un cuento precioso, tienes suerte de que tu padre valore tu trabajo y te haga partícipe de su blog, agradéceselo. Feliz año a los dos.

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  3. Gracias a ambos, no sabéis la ilusión que le ha hecho leer vuestros comentarios. Su cara era un bonito poema mientras los leía.

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  4. Bueno, Bueno...menudo cuento, muy lindo acompañado de bonitas imágenes, y con tu nombre... nada de seudónimo, sigue escribiendo, que es muy bonito, ya me gustaría a mi tener tu imaginación.

    Un beso de una yaya... Loles

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